Un alto porcentaje de las consultas que se realizan a los médicos veterinarios tienen que ver con la nutrición de perros y gatos, ya que en muchos casos el alimento que se les suministra a los animales tiene que ver con la dieta que se lleva en el hogar. En los últimos años, una pregunta se hace cada vez más frecuentemente: ¿pueden perros y gatos ser vegetarianos o veganos?

Es un tema controversial, con posiciones a favor y en contra; pero vale la pena decir que, si bien no existen estudios concluyentes, antes de decidirse por esta opción vale la pena conocer la anatomía, fisiología y requerimientos nutricionales de perros y gatos, así como las costumbres de cada hogar y las alternativas que se encuentran en el mercado.

 

Lo que tiene a favor.

Los argumentos a favor de una dieta vegetariana consideran que es más saludable, ya que algunos concentrados comerciales están compuestos de partes animales que no son aptas para consumo humano y pueden contener trazas de antibióticos, pesticidas y otros elementos con los cuales los productos cárnicos destinados a consumo humano han sido tratados.

Otra razón habla de los costos medioambientales que conlleva producir carne (especialmente bovina). Según el Instituto de Agricultura y Políticas Comerciales, la industria cárnica (animales, mataderos y medios de transporte de animales y subproductos) emite por lo menos 578 toneladas métricas de gases de efecto invernadero por año, esto sumado a la deforestación por el cambio en el uso de la tierra. Finalmente, otro argumento es el estilo de vida de los amos, quienes al llevar una dieta vegetariana o vegana, prefieren que sus mascotas también la tengan.

 

 

Nutrientes que necesitan.

Los requerimientos para perros y gatos son los mismos (aunque en diferente proporción): agua, proteínas, carbohidratos, lípidos, vitaminas y minerales. El agua permite el transporte de nutrientes y productos de desecho dentro del organismo. Carbohidratos y lípidos son fuentes de energía para desarrollar funciones orgánicas. Las proteínas, además de aportar energía, tienen una importante función en la construcción y regeneración de tejidos. Y, finalmente, minerales y vitaminas participan en diferentes procesos metabólicos.

Lo que tiene en contra

Perros y gatos necesitan consumir tejidos animales para obtener aminoácidos esenciales (como la taurina, L-carnitina y arginina), ácido araquidónico y linoleico, calcio, zinc y vitaminas como la A, la D y la B12. Estos, en dietas vegetarianas, solo podrían adquirirse al consumir suplementos alimenticios o cantidades excesivas de proteína vegetal, que no tiene la misma calidad que la proteína animal, conllevando a diarreas y problemas hepáticos al aumentar el nivel de fibra. Además, al tener mayor disponibilidad de carbohidratos, los animales pueden presentar diabetes, inflamaciones gastrointestinales, flatulencia e incluso obesidad.

 

Lo que no debe olvidar.

Antes de cambiar a su amigo peludo al vegetarianismo es clave asesorarse con un veterinario que le diseñe una dieta balanceada que, acompañada de los suplementos adecuados, proporcione los nutrientes esenciales en cada etapa de vida.

Si, además, desea evitar los alimentos concentrados, puede preparar alimentos en casa recibiendo asesoría veterinaria para evitar intoxicaciones.