En la formulación de los alimentos para mascotas las grasas o lípidos son los nutrientes que aportan más energía ya que cuentan con 2.25 veces más calorías que las proteínas y los carbohidratos. Adicionalmente proporcionan al alimento textura y sobre todo palatabilidad. Su papel funcional en el organismo consiste entre otras cosas en participar como un aislante subcutáneo, alrededor de los órganos y también de los nervios. Otro papel muy importante es el transporte de las vitaminas liposolubles dentro del organismo y su función como un importante modulador endócrino, principalmente en individuos con sobrepeso.

Los ácidos grasos de mayor importancia en la nutrición de las mascotas reconocidos como esenciales son, omega 6: el Ácido linolénico y araquidónico -exclusivamente para gatos- y, omega 3: el ácido linolénico, eicosapentanoico (EPA) y docosahexanoi-
co (DHA).

El reconocimiento de la importancia de la formulación de niveles mínimos de ácidos grasos omega 3 en la dieta es bastante reciente ya que en la versión de
1985 de los requerimientos nutricionales para perros y gatos de la NRC únicamente aparece el ácido linolénico para ambas especies y el araquidónico en gatos. Ya para la versión del 2006 se declaran niveles mínimos de ácidos grasos omega 3 (linolénico, EPA y DHA) para ambas especies.

Los ácidos grasos omega 3 tienen una importancia muy grande en la funcionalidad y estructura del organismo. Ayudan a mantener la permeabilidad de las

membranas celulares además de que promueven la inhibición de procesos inflamatorios, mejoran la función vascular y reducen la síntesis hepática de triglicéridos. Adicionalmente son componentes importantes en la estructura del tejido encefálico y contribuyen de manera importante al desarrollo cognitivo en cachorros, y a su mantenimiento y conservación en individuos adultos y seniles.

Para lograr niveles óptimos funcionales de ácidos grasos omega 3 es necesario añadir aditivos en la formulación de los alimentos de mascotas. Usualmente la fuente original que se ha utilizado es el aceite de pescados de aguas frías, que es una excelente fuente
de estos nutrientes. Últimamente han aparecido como alternativa concentrados elaborados a partir de algas con excelentes resultados nutricionales; los beneficios de estas fuentes sobre el aceite de pescado lo representan la consistencia lote a lote de los niveles de EPA y DHA, su mayor concentración por kilogramo de producto, la mucho menor cantidad de metales pesados presentes y, sobre todo, la mayor sustentabilidad que presentan.

Finalmente, el manejo en la fábrica es muy importante ya que es mucho más fácil manejar un polvo que un líquido y hay una mucho menor facilidad de enranciamiento.

En conclusión, el uso de ácidos grasos omega 3 en la
alimentación de mascotas es una gran oportunidad para brindar productos cada vez más funcionales y que promuevan su salud y es muy importante tenerlos en cuenta en la formulación de productos de calidad.