El manejo de la humedad de los productos terminados en el negocio del pet food es sumamente importante por muchas razones, principalmente en términos de conservación y palatabilidad aunque no hay que dejar de lado también un punto muy importante que es el costo de las mermas. Las dos promesas esenciales en pet food son el aportar la nutrición adecuada a la etapa o condición para la cual fue diseñado el producto al mismo tiempo que se cumple con normas estrictas de seguridad alimentaria.

Para poder cumplir con esta última afirmación es muy importante mantener al alimento inocuo de la mejor manera posible. El manejo de la humedad y de la actividad de agua (Aw) es esencial para lograr esto. Es muy común ver a nivel internacional que el análisis de garantía de humedad se establece en rangos de máximo 10% hasta 12% dependiendo del país y del fabricante.

En mi experiencia no es recomendable manejar productos terminados con estos niveles de humedad por razones de
probable crecimiento microbiológico. Para poder lograr estos niveles de humedad con seguridad alimentaria es muy importante tener niveles de actividad de agua de máximo 0.62 o incluso 0.60 aunque normalmente a dichos valores de humedad no se logran los valores de Aw sin la aplicación de algún aditivo en la formulación del tipo emulsificante o promotor de la disminución de la Aw. Para fines prácticos y seguros la humedad recomendada en un producto terminado debiese ser de entre 8.5% y 9.5% que cuadran perfectamente con niveles de Aw} de 0.60-0.62.

En términos de aditivos es muy importante tomar en cuenta que es extremadamente importante el añadir al alimento de manera regular conservadores que contribuyan a evitar el crecimiento de microrganismos tales como lo son los sorbatos. Adicionalmente la formulación debiera de contemplar la adición de ácidos orgánicos que eviten el crecimiento de hongos.

Todo el trabajo que realizamos dentro de la mezcla de la croqueta en ocasiones se ve comprometido por la calidad
de la grasa. Cuando hablamos de la grasa que se aplica al final del proceso en general nos preocupamos por su calidad en términos de rancidez pero es muy común dejar de lado la parte microbiológica. Es sumamente importante controlarla para lo cual existen aditivos que ayudan a conservarla y por lo tanto a asegurar que nuestro producto terminado será inocuo.

En cuestiones de palatabilidad la humedad del producto terminado es sumamente importante tanto para perros como para gatos. Es un hecho que a mayor humedad del alimento, existe una mayor palatabilidad para los perros siendo exactamente lo contrario en gatos.

Una vez más, siempre será importante tomar en cuenta que antes que la palatabilidad en términos de manejo de humedad, esta la seguridad alimentaria de los productos que fabricamos. Finalmente es muy importante tomar en cuenta la información financiera derivada de las decisiones que tomamos. En general nuestra mezcla de harina molida entra al proceso de extrusión con una humedad generalmente de entre 11% y 12% y nuestro producto terminado lo
vendemos a una humedad de 8.5% a 9.5%, por lo mismo debemos de contabilizar la merma inherente a la pérdida de humedad con el fin incluirla en el costo del producto.