Tras la búsqueda constante de innovación para generar nuevas propuestas en envases. Las neurociencias nos dejan conocer más hallazgos que aunque empíricamente ya son aplicados, ahora se encuentran documentados y respaldados por ellas. Tras la búsqueda constante de innovación para generar nuevas propuestas en envases. Las neurociencias nos dejan conocer más hallazgos que aunque empíricamente ya son aplicados, ahora se encuentran documentados y respaldados por ellas.

Por ejemplo nos refieren (con un estudio de eye tracking) que la exploración visual del comprador en un supermercado es predominantemente vertical (lineal), con una anchura promedio de 75 cm y una amplitud de 35% arriba y debajo de su línea de visión. Lo cual nos indica que la posición peleada por las marcas ¡es la correcta!. De los 5 peldaños de un estante convencional, el 2, 3 y 4 puesto son los de mayor lectura visual para el consumidor aunado a las siguientes recomendaciones: 

Recomendaciones para las nuevas marcas 

Una marca nueva debe conocer y estudiar las categorías de productos en las que encaja y adoptar   la forma  y la tipografía de los envases competidores. Con esto no se refiere a plagiar la imagen del producto competidor, solamente que estos productos ya llevan más tiempo interrelacionándose con el consumidor y si queremos que nos identifique y atreva a probar algo nuevo debe relacionarse con sus experiencias de compra pasadas. 

La clave es el color ya que este, es el elemento con mayor libertad creativa. Por ejemplo, podemos proponer, que si todos los productos de la categoría su color preponderante es el “azul” un color  “menta” destacaría sobre ellos y por lo tanto llamará la atención, logrando que el consumidor lo tome al menos para conocerlo (este ya es un gran paso para una marca de lanzamiento) y si le causa impacto (dependerá  en su mayoría de la propuesta gráfica) comprar sus atributos con su marca predilecta. 

Recomendaciones para marcas existentes

Una marca fuertemente posicionada tiene mayor libertad para modificar las formas de sus envases generando con esto mayo innovación visual.

Una vez que los colores de la marca son registrados e identificados en la mente del consumidor el siguiente paso para la innovación es la forma. Y no solo para volver a llamar su atención y que salgamos de la rutina en anaquel, sino porque ya centramos nuestros esfuerzos en mejorar todo aquello que para el consumidor le cause conflicto en su interacción con el envase (tapa, gráfico, resello, etc.). Los envases son generadores de experiencias en el consumidor desde el momento que los seleccionan en el anaquel (siempre van a elegir uno en perfectas condiciones) hasta el momento de su uso (que el producto tenga una dosificación adecuada y no salga todo de un golpe ej: salsas) de todo esto dependerá la satisfacción de un cliente y lo mejor la repetición de la compra.

Retener al consumidor hoy por hoy es el trabajo de las marcas, pero marcar la pauta (forma del envase) te convierte en el líder, y sin duda hay que estar en la búsqueda constante por aportar esa personalidad al envase que  toda una categoría de productos se vea forzada a adoptar. 

No al etiquetado en plano

Hoy por hoy cuando la marca ya se identifica y se siente a gusto con la forma, o por alguna razón no busca dar cambios drásticos en materiales la clave es el etiquetado. Las superficies de etiquetado planas, son las que propician el menor nivel de impacto en el consumidor. Atrevámonos a  jugar con las formas e involucremos a la etiqueta (texturas, olores, hologramas etc.). Hay muchas alternativas, en impresión, sustratos, para poder adecuar la etiqueta, y que esta adopte la personalidad del producto. Muchas veces esta puede brindarle el dinamismo y movimiento que buscamos para que el envase cause impacto en el consumidor.

En conclusión, el causar impacto en el consumidor será una constante de investigación y para esto las marcas  se  han apoyado en las neurociencias. No se trata de solo tener la investigación del mercado meta, hay que explorar los cambios de actitud en el ser humano, la adopción de nuevas formas de vida y las reacciones que él tendrá ante un cambio o innovación, y esto solo lo podemos conocer conectándolo (estudios neurocientíficos), y  estudiando lo que realmente piensa al probar dicho producto. El factor clave para captar la atención del consumidor es despertar su curiosidad, sin novedad y diferenciación.